El: venís siempre acá?
Eu: si.
El: yo me quiero matar, entre sin mirar y odio la música brasilera.
Arrancamos a hablar. A ver querido, si no viste que en grande en la puerta dice BRASIL, y esta pintado de amarillo y verde.... Pero era cierto, estaba solo, vestido con un jogging de river y una remera manga larga pedorra, y una mochila enorme. Si, venia de un asado y se mando solo. Bueno, hablando por horas en un sillón, descubrimos que no teníamos absolutamente nada en común. PERO NADA. Ahhh no, miento. Una cosa si, las ganas de garchar.
Terminamos en mi departamento porque ninguno tenia plata. El pibe divino, muy lindo, arranca a hablar de fútbol, y hasta ahí todo bien, porque me la banco, peeeeeeero, era fan de Maradona y se puso a relatar su historia y con el pedo que tenia, se emocionó tanto, taaaaaanto que se puso a lloriquear. Bue, dije, esto por un garche me lo banco. Tras secarle las lágrimas arrancamos con el "canchengue". Terminamos en la cama, mal, desaforados. Sale el primer polvillo y hasta ahí todo bien. Se levanta, va a buscar agua como pancho por su casa y me agarro el cagaso, onda "Ahora viene con un cuchillo y me mata". En ese ínterin veo que se levanta y empieza a caminar y yo voy atrás. También de lo tarde que era le miro el culo y entre las sombras veo que estaba medio como avejentado. El culo cocoon no por favor!!! Cuestión que lo miro así de golpe y tenia la botella de agua en la mano y en la otra... nada. Yo re freak pensé, bueno no tiene ropa, no se puede esconder el tramontina en el pantalón.
Arranca el segundo round... y ahí ya la cagó fiero. Se ve que se soltó un poco mas y empezó a gemir. De repente escuchaba mi nombre en diminutivo onda "Si, lulucita, si, ay luluceeeeta, seeeee aaaah aaaahhhhhhhhhhhhhhhhhh". Mmmmmm, escuchaba como iba subiendo a un tono mas agudo a medida que la calentura iba subiendo. Hasta que encontró un tonoooo, como decirlo.... DE MINA. Pfffffffffffffffff, me cortó la onda muuuuy mal, sentía mi nombre en diminutivo y parecía que estaba tijereteando, que si bien lo apruebo, no es mi estilo. Encima yo tengo la voz grave, no soy de las de la voz de pito.
Bueno, dormimos juntos, nos levantamos, tuvimos el respectivo matutino. Pero insistía con el tono poco macho y su luluceeeeta. Con mi mejor sonrisa le abrí la puerta, lo palmeé en la espalda y le dije FUE UN GUSTO CONOCERTE. Y digamos, que si te he visto... me voy a acordar de este nabo por el resto de mi vida.