...Se metió en la cama, finalmente se sacó la camisa y se acostó boca arriba para hablar. Recordemos que ese era su plan. Empezamos a charlotear y primero hablamos de las amistades en común y pasamos a las vanalidades. Entre ellas le pregunto qué día cumple años. Claramente no lo tendría que haber preguntado, porque cumplía años el mismo día que el pelotudo que me pisoteó el corazón. Punto en contra. (Y el tiempo lo demostró... tenían los mismos rayes)
Hablar boca arriba no garpa. Pasamos a de coté, siempre con la luz apagada. Cara con cara y se viene lo inevitable. Un tipo buscando mi boca en plena oscuridad. Larrrrrgaron... tiraron los galgos y yo era la conejita. A los 100 metros (?) noto que me acaricia la espalda de forma casi desesperada, palma abierta, mano movediza, hasta que en un momento, deja de besarme para preguntar: "Por casualidad vos tenes puesto un enterito o algo así?". Tuve tooodas las ganas de contestarle:"No, es mi traje de alunizaje." Pero mataba al garche de una. Chiste mata garche, NEVER DO THAT.
Me empezó a pistolear. Todo genial. Uno y a dormir... UFFFFFFFFFF, me pregunté dónde había dejado el cargador del celu así se lo enchufaba en el culo. Por ahí llegaba a dos rayitas de batería. No tuve suerte.
A los 5 minutos literales, se duerme. Ronca. Ok, todos somos humanos y te lo re permito porque yo no sé qué hago cuando duermo, pero... este tenía un ritmo en sincro tan perfecto, donde conjugaba sus ronquidos agudos de nariz y graves de boca. Era como escuchar "Nothing else matters" versión ronquido. Yo estaba despierta Y caliente. A la media hora, ponele, el muy perro me pega un manotazo. Se dio vuelta y me la puso en la cabeza. Claramente se había desmayado.
No pude dormir por dos horas. Ya era de día. Los pajaritos cantaban. La luz se filtraba por la persiana. Yo que no podía dormir. En un tramo deja de roncar y se da vuelta. Y como si fuera mi única oportunidad empecé a hablarme a mí misma: "Dormite, ahora o nunca. Dormite, ahora o nunca" Y lo hice, por tres horas, pero lo hice.
Me levantó y arrancó el mañanero. Bueno, compensaba de alguna forma. Me hizo la inevitable pregunta: "Cómo estás?". Siempre sincera: "Como el orto. No me dejaste dormir. Roncás x los dos agujeros!". Tenía ganas de llevarlo a lo de Susana Gimenez y presentarlo junto al hombre que come papel y se mete en un horno a 300|. Él me dijo como muy asumido de su problemmita: "Me hubieras puesto de costado!!"....
AAAAAHHHHHHHHHH NOOOOOOOOOO. Pará, pará que traigo el tractor así te volteo!
Resultado: poco garchada. Golpeada. Poco descansada y CALIENTE en todo sentido.
No se debe romper la magia de una noche dando una solución tan poco glamorosa. Aparte un "Disculpá" no hubiera estado nada mal. Me levanté le hice el desayuno y dijo lo más apropiado: "Me voy porque ya hay trenes."
Decile de mi parte al Trenman que no frene, que le pegue derecho al punto tripartito del país que la vas a pasar bomba.
