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Hola, soy Cuello de Pavo, tal vez me recuerde por el blog La Cuellocueva , o por mis ingeniosos comentarios en blogs como este. No se asuste, no cayó en un blog equivocado... o tal vez sí, que voy a saber yo que es lo que anda buscando por internet... pero como decía, si usted entró voluntariamente acá, de seguro se esperaba un texto escrito por sus anfitrionas habituales, pero por desgracia para usted una de ellas cometió el terrible error de invitarme a colaborar con algún post, y después de explicarme el protocolo apropiado, y de señalarme repetidas veces que no daba que escribiera algo como ''son todas putas'', me decidí a escribir esto que está leyendo ahora, o mejor dicho, lo que van a leer a continuación, al menos que ya haya reaccionado y cerrado la página, en cuyo caso, bien por usted.
En primer lugar quiero dejar en claro que vengo en Son de Paz, y que soy un gran feminista, amo a las mujeres, así como a las mujeres que aman a otras mujeres, y apoyo fervientemente sus deportes como la lucha en el lodo, o el bikini open... ya saben, estoy de su lado. Por eso es que en esta ocasión no voy a defender a mi género, ni a despilfarrar contra el suyo, sino que voy a hablar de algo neutral, algo que nos afecta a ambos sexos: la ropa interior.
En mi caso soy una persona que le presta mucha atención a lo que usa: uso los borcegos que eran de mi viejo, la remera que tengo puesta la pagué $15 hace años y mis pantalones se los robé a un vagabundo (que para estar mal alimentado se defendía bastante bien). Pero cuando se trata de mis calzoncillos, no soy de los que se lo toman a la ligera, y no lo digo solamente porque mis pantalones los usó un ciruja que pasó varias décadas sin baño ni papel higiénico, sino también porque protegen un área tan importante como delicada, que fue hecha para ser tratada con cariño, y con respeto.
La ropa interior, sea cual fuere, representa algo muy fuerte en nuestra sociedad, es por eso que se le llama ropa íntima, todos la usamos y sabemos o por lo menos suponemos que está ahí debajo, escondida... pero a la mayoría de la gente le da vergüenza ser vista con ella.
Es tal vez que sea tan íntima que muchos eligen los diseños más impresentables para su ropa interior, nadie normal usaría una remera, buzo o pantalones con corazoncitos, u otros dibujos igual de ridículo... pero en el caso de la ropa interior todo vale: nadie quiere ser visto con ella, pero por alguna razón hay gente que basa su compra en algún simpático/ridículo diseño con el que jamás se dejaría ver en público, y si los ven, o mejor dicho, cuando los ven usándolos, se avergüenza de su ropa interior, se avergüenza de sí mismo, porque no es la ropa interior lo único que se muestra, es el interior de uno. Esta es la clave, y es por eso que a continuación voy a hacer una clasificación de los hombres divididos en dos grandes grupos basado en su ropa íntima. Parecerá estúpido y superficial, pero no es solo una pregunta sobre calzoncillos, va mas allá, es una pregunta existencial, un planteo filosófico que nos persigue desde siempre, la eterna duda que nos separa como sociedad: ¿qué es mas importante?, ¿seguridad o libertad?, ¿slip o boxer?.
En primer lugar están los que eligen el slip, en general son gente que aparentan ser duros, que son bien machos, pero en el fondo son gente muy insegura. Piensen: estamos hablando de gente que pasa varias horas con todo el paquete reducido y apretado en un espacio mínimo con tal de no mostrar un momento de debilidad. No es casualidad que la mayoría caminen como vaqueros. Imagine a uno de esos tipos duros, de cara generalmente seria que pasa el día en su personaje modo Charles Bronson, llegando a casa, se saca los calzonsillos y llora desnudo dentro de la ducha. Porque como decía, bajo ninguna circunstancia dejan mostrar como se sienten, mantienen sus emociones al mínimo. Pero hay que saber lo dolorosa que puede resultar la autocensura. Además, muchas veces cuando uno no deja espacio para sus emociones, estas pueden asomarse de maneras inesperados y muy poco oportunas.
Por el otro lado están los que prefieren el boxer. En algunos casos es gente más arriesgada, que no se fijan tanto en como son vistos, sino en como se sienten, que no tienen problemas con mostrarse al mundo, no les importa demasiado mientras ellos se sientan bien. Pero en muchos otros suele tratarse de gente que simplemente vive por el momento, se siente cómodo en el ahora, y no se interesa por lo que pueda llegar a suceder a largo, o no tan largo plazo. Pero no estar preparado muchas veces puede termina en una situación embarazosa, y lo que al principio era comodidad y libertad, ahora se convirtió en un momento incómodo, y preferirá moverse con cautela más que con libertad.
Además de esos dos grandes grupos, hay otros dos mas reducidos, pero que igual merecen ser destacados: se trata, en primer lugar, de los que usan ropa interior femenina, de los que no creo que haya necesidad de indagar mucho, saquen propias conclusiones; y los que simplemente NO tienen separación entre pantalón y... eso: son gente que solo se preocupa por la comodidad de su miembro, lo pone delante de todo. No le pone barreras de ninguna manera, física o mentalmente. Viven por y para su amigo, que se encuentra en un estado de anarquía que pudiera desembocar en caos en cualquier momento.
PD: esto es una generalización y es posible encontrar excepciones y algunos otros casos, no nos pongamos exigentes.
PD 2: por si se lo preguntaban, quien escribe en este momento usa boxers, preferentemente, y hasta tiene un simpático/boludo par con dibujitos de choperas. Pero aprendí también que en ciertos momentos es mejor cambiar de actitud y de calzones, y que con cierta libertad, viene también responsabilidad, a veces hay que tener un poco de autocontrol.
PD 3: TODAS PUTAS